El Edificio Mónaco fue un fortín importante en Medellín durante los años ochenta para el narcotraficante Pablo Escobar. Fue el hogar de la familia de Escobar, y un refugio que decían que era impenetrable durante la época. A partir de hoy eso quedará atrás, ya que se pretende levantar un monumento en honor a las víctimas del «narcoterrorismo».

Y es que 375 kilos de explosivo y poco más de 170 detonadores se utilizaron para su demolición, en la cual apoyaron los bomberos de la localidad para apagar el humo blanco que quedó después.

El Edificio Mónaco estaba localizado en una de las zonas más acaudaladas y exclusivas de Medellín, la cual fue atacada por los enemigos de Pablo Escobar, el Cartel de Cali. Una explosión que se escuchó afectó a su familia y a varias adquisiciones del capó, sin afectar por completo las estructuras del edificio.

El lugar era un destino inevitable para los turistas que visitan Colombia, y hasta el día de ayer, eran cientos de personas los que la visitaban y leían los carteles que estaban en el inmueble. A partir de hoy, la historia y el legado será diferente, o al menos eso es lo que se pretende y declaró su presidente, Iván Duque.