El correo electrónico ha prevalecido por muchos años desde que el mundo comenzó a digitalizarse y a utilizar el internet. Desde los años noventas el correo ya había cobrado una vital importancia, y el hecho de cancelar un correo enviado es una función que aún no se ha implementado, hasta ahora que Gmail y Outlook ya tomaron cartas en el asunto.
Y es que después de mucho tiempo aún no es posible eliminar un correo una vez que haya sido enviado y se haya alojado en la bandeja de entrada del destinatario.
En efecto, una vez seleccionaste la opción de «enviar» ya no hay marcha atrás, Si la información que enviaste no era la apropiada o no tenía que verla la otra persona, seguro estaremos en apuros.
Conscientes de ello, Google y Outlook implementaron un sistema en el que tendrás unos segundos para arrepentirte y cancelar la acción realizada. Esto se debe a que ahora tardará unos segundos más para que el correo llegue a los servidores de las compañías, y después se vaya directo a las bandejas de entrada de destino.
En ese lapso de tiempo debemos reaccionar rápido para estar seguros que estamos cometiendo un error. El correo se quedará «congelado» después de haber sido enviado.
En Gmail se activa de la siguiente manera: nos vamos a la tuerca de engranaje que está en la parte superior derecha, y seleccionamos «Todos los ajustes«, y luego nos vamos a «General«. Dentro de la opción «Deshacer el envío» hay un desplegable que nos preguntará cuánto tiempo queremos congelar el envío.
Para Outlook es de la siguiente manera: vamos a la tuerca de engranaje en la parte superior derecha, y seleccionamos «ver toda la configuración de Outlook«. En la opción «Redactar y responder» hay otro submenú llamado «Cancelar envío«; aquí encontraremos una barra para seleccionar la cantidad de segundos que queremos congelar el envío.
