Se jugó la quinta jornada de la Champions League de la actual temporada 20-21, y a pesar de los grandes partidos que se jugaron, la árbitra Stephanie Frappart fue la que se robó las portadas tras pitar un partido excepcional entre Juventus y Dinamo de Kiev.
Con las miradas puestas sobre la árbitra francesa, Frappart se impuso con categoría a la presión y su actuación fue bastante destacada, según la crítica.
Durante los 90 minutos estuvo cerca de las jugadas y sus marcaciones estuvieron acertadas; incluso para sacar tarjetas amarillas cuando así lo ameritaba la situación.
Frappart había dirigido anteriormente una final de Supercopa de Europa entre Liverpool y Chelsea, realizando un gran trabajo incluso cuando se presentaron jugadas dudosas. En aquel partido fue asistida por Manuela Nicosi y Michelle O’Neal como sus asistentes.
En la búsqueda de FIFA por lograr la igualdad de género dentro del fútbol, la participación de la francesa sienta un precedente histórico de la capacidad indiscutible de las mujeres para estar a la altura de lo que ha sido tachado por décadas como «un deporte de hombres».
Además, ha estado presente en mundiales femeninos y campeonatos europeos desde el 2011. Actualmente dirige en la Ligue 1 (máxima categoría del fútbol masculino en Francia) y ya tiene varios años ligada al balompié de su país.
En 2019, Stephanie Frappart fue nombrada la Mejor Árbitra del Mundo, un reconocimiento que le valió haber estado este miércoles 2 de diciembre en el Juventus Stadium.