A poco más de un año de haberse detectado por primera vez un caso de Coronavirus en China, el país asiático estaría tratando de «limpiar su imagen» al distribuir vacunas contra Covid-19 a todos los países.

Tras algunos experimentos fallidos en Brasil, el presidente Xi Jinping le sigue apostando a un «bienestar público mundial», y se habrían anunciado unas 1,000 millones de vacunas durante todo el 2021, las cuales serán administradas a países en desarrollo que no tengan facilidad de adquirirlas.

Algunos laboratorios chinos como Sinovac y Sinopharm se convierten como las opciones más viables para la distribución masiva. A mediados de noviembre aún se encontraban con un pedido pendiente menor a las 500 millones de unidades.

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Si todo marcha de acuerdo a los planes de China de resarcir al mundo entero, se le daría prioridad a los países más pobres y a Latinoamérica.

Además de algunas vacunas, el gigante asiático también estaría facilitando préstamos de casi 1,000 millones de dólares a los países latinos para que puedan adquirir la mayor cantidad de dosis posibles.

Una de las ventajas que se resalta del fármaco chino es la facilidad para transportarlo, ya que no requiere temperaturas extremas de -70°C como sí lo requieren las vacunas de Pfizer.

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Por otro lado, aún no se confirma si las dosis serían administradas a través de Covax, ya que Sinovac y Sinopharm buscarían una aprobación para empezar el proceso de venta a nivel mundial.

Hasta el momento, la vacuna de Sinopharm ha arrojado resultados del 86% de eficiencia, mientras que Sinovac un 97%, lo cual haría que esta última se mostrara como la primera en China.

Algunos señalan que los incidentes del ensayo de Coronavac en Brasil podrían afectar la reputación de los fármacos chinos. Sin embargo, regiones como San Paulo ya habrían ordenado 46 millones de dosis a Sinovac.