Mucho se ha dicho y escrito desde que comenzó la pandemia del Covid-19 sobre la tecnología 5G. Así como hemos pasado por cada generación desde la teléfonía móvil 1G hasta el 4G, ahora será el turno del 5G para lograr avances nunca antes vistos.
Pero hay que hablar sobre la teoría que se planteó al decir que el 5G iba a ser utilizado para esparcir el Coronavirus, algo que nunca fue comprobado y que solo despertó el caos en un momento donde todos los países se aprestaban a recibir el golpe de algo inesperado.
En esos meses de marzo y abril donde el SARS-CoV-2 apenas empezaba a relacionarse con el 5G, pero fue suficiente para que muchas personas enfurecidas tumbaran torres de transmisión en varias ciudades alrededor del mundo.
Pero lo cierto es que ninguna onda de transmisión que se ha utilizado en generaciones anteriores de telefonía es capaz de interrelacionarse con virus o patógenos, y sucede lo mismo con el 5G.
Dicha teoría fue probada por Patricia De Llobet, quien trabaja en el Departamento de Investigación de Radiaciones del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), confirmando que no hay respaldo científico que confirme la relación entre ondas y virus.
Sucede lo contrario con rayos ultravioleta, rayos solares, rayos X, y la energía nuclear, las cuales sí pueden guardar una relación con los átomos al modificar algunas moléculas a nivel celular.
La verdad sobre el 5G es que facilitará mucho la comunicación global y otros nuevos inventos y tecnologías que están por venir. Se sabe que puede acelerar la velocidad de procesamiento de información del 4G hasta 15 o 20 veces más, algo que vendrá a revolucionar de gran manera la tecnología y nuestras vidas.