El Clásico de España entre Barcelona y Real Madrid siempre despierta emociones por la candente rivalidad existente entre ambos clubes. Sin embargo, este año atípico tendremos un Clásico atípico (debido a la pandemia del Covid-19) y muy diferente a los demás. Las claves estarán depositadas en algo diferente al juego mismo.
Y es que ambos equipos no llegan en su mejor momento. Por su parte, el equipo del Real Madrid ha dejado ir a jugadores importantes como James Rodríguez, Marcos Llorente, o Mateo Kovacic, por mencionar algunos; fuera de ellos, Zidane no ha logrado encontrar un equipo sólido para afrontar todas las competencias al máximo nivel.
A todo ello se une la poca voluntad del presidente Florentino Pérez por conformar un plantel ganador que luche por todos los torneos que dispute, tomando preferencia por construir un nuevo estadio que por invertir en los fichajes necesarios para darle un nuevo aire al Club.
Una plantilla del Real Madrid que se ha ido envejeciendo con el paso de los años, y aquellos llamados a brillar (Marco Asensio, Isco, Hazard, etc.) no han aparecido. Por si fuera poco, la defensa se ha convertido en un eslabón débil del club de Valdebebas, y su más reciente derrota ante Shatktar 2-3 por Champions League lo deja en evidencia.
Por su parte, Barcelona viene saliendo de una crisis en competencias europeas, donde ha salido descalificado por la puerta de atrás y con resultados de escándalo contra Juventus, PSG, AS Roma, Liverpool, y recientemente ante el Bayern Munich.
La crisis e inestabilidad que se ha venido dando en los últimos años por los malos resultados de Ernesto Valverde y Quique Setién han hecho tambalear, incluso, la continuidad de Messi para los blaugranas.
Finalmente parecen estar encontrando un nuevo rumbo con un Coutinho renovado después de su cesión en Bayern, y un Ronald Koeman que le ha dado otra identidad al Barcelona.
Sin embargo, aún tienen el inconveniente de la directiva que parece tener otros intereses antes que hacer que los azulgranas vuelvan a ser aquel club temido, y la política de fichajes que han tenido habla por sí sola.
Este sábado 24 de octubre desde las 8:00 a. m. (hora de Guatemala) será el duelo que promete emociones, y donde brillará por su ausencia el público que siempre acompaña a ambos equipos.