En cada país de Latinoamérica se ha manejado la pandemia de Covid-19 de diferente forma, pero hay algunos donde han sido más permisivos con los eventos masivos. Este caso se ha dado con las iglesias evangélicas, las cuales han permitido en países como Brasil, Bolivia, o Nicaragua poder realizar eventos masivos de culto.

En países como Nicaragua no se le ha prestado mucha atención al Coronavirus por parte del gobierno, y ello ha permitido que las personas hayan vivido una vida casi normal durante mucho tiempo. Las iglesias evangélicas han sufrido la muerte de más de 50 líderes religiosos.

En el caso de las iglesias católicas en Nicaragua, cerraron sus puertas y han estado celebrando a la distancia, incluso cuando el Gobierno siguió dando libertades de locomoción y aún no se tenían noticias del presidente Daniel Ortega.

Algo similar está sucediendo en Brasil, donde la comunidad evangélica ha mostrado un gran apoyo a Jair Bolsonaro. El presidente brasileño permitió que las iglesias evangélicas permanecieran abiertas durante la pandemia por considerarlas necesarias para que las personas pudieran tener una conexión espiritual con Dios en tiempos de necesidad.

Pero sin duda el caso que más llama la atención es lo que está sucediendo en Bolivia, donde al menos 100 pastores han perdido la vida por realizar servicios religiosos, hacer obra social en las calles, e incluso llegar a los centros carcelarios a difundir el mensaje de Dios.

Debido a esta situación, la Asociación de Iglesias Cristianas de Santa Cruz reveló que los pastores se habían estado cuidando del Coronavirus, pero muchos de ellos sufrían enfermedades complicadas que habrían facilitado los niveles de contagio.

Finalmente, también hicieron el llamado para realizar ayuno y oración por los países más afectados.