Después del paso de la depresión tropical Eta por Guatemala, muchas comunidades se vieron afectadas por el fenómeno natural que golpeó con mayor fuerza a Izabal y Alta Verapaz, y específicamente Quejá, declarado camposanto por su gobernador.

Con más de 40 muertos y unas 100 personas que quedaron soterradas por las consecuencias de los desastres producidos, Quejá quedó prácticamente inhabitable.

Michelle Mendoza, reportera para CNN en Guatemala, confirma que el 80% de la comunidad quedó enterrada debajo de los escombros, y que las personas afectadas no han podido ni siquiera enterrar a sus muertos como debe ser.

Romel Véliz Castro, gobernador de Alta Verapaz, confirmó que se trata de algo «catastrófico» lo que pasó con Quejá, y se une a El Cambray II después del desastre producido por el deslizamiento de tierra.