Por primera vez en dos décadas, los países del Consejo del Ártico, reunidos en Rovaniemi (Finlandia), no lograron redactar su tradicional declaración final. Según algunos delegados, esto se debió a la negativa de Estados Unidos a hacer alusión al cambio climático.
Las poblaciones indígenas representadas dentro de la instancia, los principales afectados por el cambio climático, que altera sus modos de vida ancestrales, criticaron ese fracaso.
“Ha llegado el momento de dejar las cosas claras: el cambio climático existe y los humanos son los principales responsables“, afirmó. “Pensamos que ha llegado el momento de dejar de pelearnos” sobre esa cuestión.
El Consejo del Ártico,que incluye a Estados Unidos, Rusia, Canadá y los cinco Estados nórdicos (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia), suele ser considerado como un modelo, en el que la cooperación intergubernamental prima sobre la competición.
«La administración Trump debería preocuparse más por la amenaza inminente a la que expone a los estadounidense con su falta de acción en el área climática, que a las ambiciones chinas y rusas», comentó Victoria Herrmann, presidenta del Arctic Institute, un centro de investigación no gubernamental estadounidense.