Esto sucedió en Reino Unido, donde se promoción el evento Fortnite Live en la ciudad de Norwich, el cual se vendía como la experiencia definitiva del Battle Royale en la vida real, con áreas que recrearían el mapa del título, posibilidad de armar partidas con entre los asistentes; entre muchas otras cosas.

Las entradas costaban entre 12-20 libras y poco menos de 3.000 niños junto a sus padres se presentaron a la fiesta. La entrada para cualquier persona que no la tuviera anticipadamente se retrasó (los organizadores culparon a la escasez de personal), pero una vez dentro, las cosas no mejoraron.

No habían lugares para comer, se tenía que pagar para jugar una partida, algo totalmente ridículo pues ya se había pagado el acceso y Fortnite es gratuito en todas las plataformas.

El evento, a pesar de usar el nombre, el logotipo y el arte oficial de Fortnite para promocionarse, no fue autorizado ni aprobado por Epic Games.