El 8 de Marzo se conmemora en muchos países del mundo el día Internacional de la mujer.

El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre. En la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; en la Revolución Francesa, las parisienses que pedían «libertad, igualdad y fraternidad» marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.

La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia y crecimiento de la población e ideologías radicales.

La ONU declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer en 1975. Dos años después se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional. 

La primera celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora fue en 1911, aunque el día 11 de marzo en diversos países del centro de Europa con mítines en los que se exigieron el derecho al voto, el acceso de las mujeres a los cargos públicos, a la formación profesional y el fin de la discriminación laboral. El 25 de marzo, tuvo lugar un terrible hecho en una fábrica de camisas. Un incendio en la Triangle Shirtwaist provocó la muerte de más de 140 trabajadoras, muchas de ellas inmigrantes. El impacto del hecho fue tan grande que hubo cambios legislativos laborales en Estados Unidos y que su memoria fuera recordada en las posteriores celebraciones del Día de la Mujer Trabajadora.

En vísperas de la Gran Guerra la celebración se fue extendiendo por el mundo.

Debemos recordar el protagonismo de las mujeres en los inicios de la Revolución de Febrero cuando se declararon en huelga ante una situación terrible de hambre, de miseria y hartas de una guerra que había provocado millones de muertos.

Lo importante es recordar que este día no se celebra sino se conmemora la lucha por la igualdad de derechos y equidad de género que, aunque todavía hay un camino muy largo por recorrer especialmente en países subdesarrollados con culturas machistas y tradicionales, hemos ido avanzando con pequeños pasos recordando que todos somos iguales por lo que merecemos ser tratados por igual y así hacer de este mundo un lugar más justo.


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