El futbolista guatemalteco Marco Pappa se entregó este lunes 31 de agosto a las autoridades después de un mes de estar prófugo de la justicia. Se había girado una orden de captura debido a múltiples denuncias por violencia contra la mujer, las cuales fueron puestas por Andrea Aparicio, expareja de Pappa.

Pappa ingresó a una carceleta y brindó declaraciones ante el respectivo juez de turno, expresando: «No solo dentro de la cancha, puedo dar un testimonio de mi vida, tal vez ya retirado podré hablar de lo que me tocó vivir».

El pasado 26 de julio Pappa también fue capturado por haber agredido a su pareja y por haber violado las disposiciones presidenciales. En esa ocasión hubieron falta de méritos por el caso de violencia contra la mujer, aunque sí ligaron a proceso al futbolista.

Juan Pablo Gutiérrez, el abogado defensor que acompañó a Pappa, renunció a seguir representándolo debido a que «Por no compartir acciones y decisiones con Marco Pappa, renuncio a su defensa». De esta manera lo expresó en su cuenta de Twitter.

Pappa ya se encuentra en Torre de Tribunales y el caso se solventará en las próximas horas.

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