Después de conocer que Sean Connery estuvo a nada de ser el famoso mago Gandalf, muchos se preguntan por qué no lo vimos en El Señor de Los Anillos.

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El papel finalmente le fue asignado a Ian McKellen, quien realizó una interpretación más que sobresaliente. Y a pesar de ello, muchos se preguntan cómo hubiera sido si Connery hubiera tomado ese papel después de haber visto la manera en que brilló en el papel de Agente 007 en James Bond.

La oferta fue más que tentadora, ya que las ganancias que le esperaban podían exceder por mucho los mejores salarios de la época. La realidad es que se le ofreció el 15% del total de ganancias que generara la franquicia de las 3 películas dirigidas por Peter Jackson.

Hoy en día sabemos el gran éxito en taquilla que representaron las 3 películas, pero en aquel entonces pudo generar incertidumbre en Connery, y finalmente decidió no aceptar el personaje al no estar de acuerdo con el guión.

Además, otra de las razones por las que quizás no quiso aceptar el papel es porque ya se encontraba en el ocaso de su carrera. Las películas comenzaron a filmarse en octubre de 1,999 y finalizaron el noviembre del 2,000. Sin embargo, otras escenas fueron realizadas del año 2,000 al 2,004 para ser añadidas en la versión extendida.

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Es importante mencionar que Sean Connery quizás no hubiera entregado alma y corazón a la saga, ya que el final de su carrera como actor estaba cerca, y no habría querido decepcionar ante la gran responsabilidad que le esperaba.

De cualquier forma, Sir Sean Connery nunca expresó arrepentimiento alguno por su decisión. Y aunque las teorías han sido varias, la verdad es que nadie sabe la respuesta exacta.