Los arándanos son pequeñas frutas las cuales son una verdadera maravilla para la salud. Ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, a curar la cistitis, a frenar los resfriados y a fortalecer las defensas, entre otros.
Es uno de los alimentos con mayor contenido de antioxidantes, aportan vitamina C, potasio y fibra.

Lo cierto es que este fruto tan pequeñito es sumamente caro si se compara con el precio del resto de las frutas en el mercado, esto sin contar con el riesgo que sufre nuestra salud por el uso de pesticidas y agroquímicos. Por todo esto no hay nada mejor que la idea de tener una planta que pueda brindarnos todo el año esta fabulosa fruta.

  • Si se planta en un jardín, procura que tu planta se ubique en un lugar donde siempre reciba luz, pero si vives en un lugar cerrado puedes utilizar macetas amplias con drenaje en donde utilizarás tierra de alta calidad.
  • Puedes comenzar tu planta de arándanos desde semillas o a partir de plantines pero trata de no sembrarla en época de invierno. Las macetas deben ser amplias para que la planta tenga lugar para expandirse.
  • Los arándanos necesitan un suelo ácido y para obtenerlo puedes agregarle a la maceta o a la tierra, harina de semilla de algodón o utilizar un abono hecho con cortezas y hojas de pino. La fibra de coco también puede utilizarse para abonar la tierra
  • Siembra tu semillas como a 10 cm de la superficie o coloca tu plantín en la tierra y cuida de que reciba permanentemente sol.
  • En época de invierno puedes poner tu maceta en un lugar seco y un poco más cálido.
  • Debemos cuidar de que la tierra siempre esté húmeda sin llegar a un exceso de agua para que el crecimiento no sea lento.
  • En el caso de que estén plantados en tu jardín, la tierra tendrá su propio drenaje, pero en caso de que se encuentre en maceta esto es algo que debes cuidar.
  • Siempre debes retirar las ramas muertas para lograr frutos grandes.
  • Es indispensable usar fertilizantes orgánicos