Esto sucedió en diciembre de 1980, sin embargo, en últimos días se ha vuelto viral. Una mujer de 19 años, Jean Hilliard, sobrevivió lo impensable. Se trataba de una helada noche invernal, con una temperatura de -22 ºC. 

Fue encontrada en la nieve por un amigo completamente congelada, pero sobrevivió para contarlo.

Era un bloque de hielo y su amigo que la encontró asumió que estaba muerta. Sin embargo notó que algo salía de su nariz.

El joven decidió cambiar de opinión y cargó a Hilliard hasta su coche para llevarla al hospital, una vez ahí los pronósticos no eran nada alentadores: los médicos veían muy pocas posibilidades de revivirla: su piel estaba tan congelada que ni siquiera podían perforarlas con agujas hipodérmicas, y la temperatura en general era tan baja que no se registró en el termómetro. Su rostro era gris y no había respuesta de sus ojos al cambio de luz. 

Sin embargo, los médicos pensaban que todavía podía estar viva, como contó el doctor Sather, el médico que estuvo a cargo de ella.

 El caso fue tan sorpréndete que para mediodía la joven estaba bien, incluso hablaba de estar preocupada por lo que su padre le fuera a decir por el accidente con su camioneta.