Según la NASA, en Diciembre de 2018 una gigantesca bola de fuego explotó en la atmósfera de la Tierra, la roca espacial generó 10 veces la energía liberada por la bomba atómica de Hiroshima.

Lindley Johnson, encargado de defensa planetaria de la NASA, dijo que una explosión tan grande solo tiene lugar unas dos o tres veces cada 100 años y habló sobre el incidente durante la 50ª Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria que se lleva a cabo en Woodlands, Estados Unidos, entre el 18 y el 22 de marzo.

Dicha explosión demuestra que objetos de gran tamaño pueden colisionar contra la Tierra sin previo aviso, lo cual pone de manifiesto la necesidad de mejorar las técnicas de monitoreo.

El meteoro, de una extensión de varios metros, explotó a 25,6 Km de la superficie de la Tierra, con una energía de impacto de 173 kilotones.