Se reveló un caso polémico en el que el Hospital Sharp Grossmont en California instaló cámaras y logró grabar varios partos, cesáreas, y varios casos de nacimientos de niños y niñas. En muchos de esos videos se puede observar el rostro, e incluso, las partes genitales de varias pacientes.
Ante tal situación, el hospital también justificó su versión al afirmar que lo hicieron para poder capturar a la(s) persona(s) que estaban robando medicamentos de los carros médicos, ya que esta situación los estaba afectando al tener faltantes de suministros para poder atender a otros pacientes.
Sin embargo, las mujeres afectadas ya presentaron una demanda contra el centro hospitalario para obtener una compensación económica por los daños sufridos ante la exposición de emociones como dolor, depresión, vulnerabilidad, angustia, etc.
La abogada Allison Goddard está a cargo de representar a las mujeres afectadas, y llevará el caso hasta donde sea necesario para defenderlas por violación de privacidad, y ya ha pedido la revisión del resto de videos, aunque hasta ahora solo tiene 5 en su poder.