Si dijéramos que la famosa Torre Eiffel localizada en París cumple 130 años, sería muy difícil de creerlo; especialmente porque el diseño que tiene parece nunca pasar de moda, y sin duda seguirá encantando a los turistas y a los ciudadanos locales.

Y es que fue terminada en 1889 para conmemorar la Revolución Francesa después de que Gustave Eiffel ganara el diseño para su construcción. Para la época, iba a ser la edificación más alta del mundo, alcanzando una altura de 300 metros.

Gustave Eiffel también diseñó el marco de la Estatua de La Libertad situada en Nueva York. Además, era uno de los mejores constructores de la época.

A pesar de que los diseños de Eiffel maravillaron a muchos, otra gran cantidad de personas se opuso por creer que París iba a verse «horrorosa».

Está ubicada en uno de los extremos del Campo de Marte, y cada año es visitada por poco más de 7 millones de turistas que llegan a Francia.

Para su mantenimiento y conservación, se aplican 60 toneladas de pintura cada 7 años. De esta manera se evita la oxidación y guarda su colorido y belleza. Además, Gustave Eiffel mandó a grabar el nombre de 72 científicos y matemáticos franceses destacados que aportaron a la humanidad con sus descubrimientos.