Apple lanzó recientemente sus modelos de iPhone 12 para el 2020 con algunas semanas de retraso, y la empresa de Cupertino ya ha generado algún malestar entre sus usuarios, pues al parecer, los ha estado engañando al ralentizar sus teléfonos.

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Con varias demandas en contra, la empresa deberá pagar una multa de 113 millones de dólares después de reconocer abiertamente que ha hecho que sus teléfonos más antiguos (iPhone 6 y iPhone 7) trabajen de una forma más lenta después de las últimas actualizaciones.

El objetivo sería forzar a los clientes a adquirir un teléfono nuevo, y de esta manera, obtener impresionantes beneficios económicos, algo que ha generado demandas en California y 33 estados más en Estados Unidos.

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Xavier Barrera, fiscal general de California, habría indicado que: «Apple retuvo información sobre sus baterías que ralentizaban el desempeño de los iPhone, mientras lo dejaba pasar como si fuese una actualización».

Además, indicó que esto lastima los bolsillos de los consumidores y los limita a hacer compras con mayor desinformación.

Apple pagará la cantidad millonaria sin hacer algún reclamo o admisión de culpa, lo cual aumenta las sospechas sobre el intento de reducir el rendimiento de los dispositivos sin el consentimiento de los usuarios, y forzándolos a bajar la actualización para «ahorrar batería«.