La construcción es un sector que nunca se detiene, ya que siempre se necesitarán de nuevos edificios y viviendas. Con esto en mente, la impresión 3D se vislumbra como una solución de corto plazo, tanto en costos como en reducción de tiempo para poder construir.
De hecho, Ya existen múltiples ejemplos de prototipos que se han realizado de algunos edificios en Dubái, y es precisamente el más grande del mundo que se ha construido hasta ahora, con 640 metros cuadrados y 2 niveles.
Y seguro estarás pensando que no es tan impresionante, pero el hecho de haber utilizado una grúa para mover la impresora y poder guiarla para finalizar el edificio es realmente la obra maestra. Con 10 metros de altura y casi el 33% de presupuesto de lo que hubiera costado construirlo con mano de obra humana, se muestra un potencial enorme para el futuro.
Además, también hay que destacar la vivienda con paredes de hormigón que se construyó en Nantes, Francia. La misma fue finalizada en poco más de 50 horas y posee un área de 95 metros cuadrados.
Una familia francesa es la primera en pasarse a vivir a la misma en 2018, y se construyó con ayuda de la Universidad de Nantes, el Ayuntamiento local, y la Asociación Local de Viviendas.
Sin embargo, la primera vivienda en el mundo que se construyó con impresora 3D fue en China, y se necesitaron de 45 días para construir la casa de 400 metros cuadrados.
En El Salvador se dará un proyecto ambicioso de construcción de casas con impresora 3D, y será el primer país en el que se haga algo así. La empresa Icon es la responsable de hacerlo realidad, y se espera que se siga haciendo en países de tercer mundo o golpeados por algún desastre natural.
Por último, hay que destacar lo amigable y económico que significan las casas impresas en 3D, ya que emiten menos CO2 y pueden utilizar desechos de otros materiales que algunos considerarían desechables y hasta inservibles.