34 años han pasado desde aquel fatal accidente nuclear en Chernóbil, y hasta la fecha no es posible que ningún ser humano pueda visitar las instalaciones sin un equipo adecuado para soportar el alto nivel de radiación que aún permanece en el lugar. Sin embargo, esta vez le tocó al perro robot Spot ingresar al lugar para examinarlo.

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Lo que pasó ahí aquel 26 de abril de 1986 aún es un misterio y se mantienen en secreto muchas cosas. Lo cierto es que se produjo una explosión debido al sobrecalentamiento de uno de los reactores nucleares por un desequilibrio y malos cálculos.

Por motivos de seguridad, se ha enviado al perro robot a realizar algunas inspecciones del lugar, y a detectar si el nivel de radiación ha disminuido o si sigue teniendo los mismos riesgos de seguridad. Todo esto es posible gracias a los sensores que Spot tiene incorporados, los cuales muestran un mapa 3D de las zonas de Chernóbil.

Esta investigación es posible gracias a que se unieron la Universidad de Bristol y una agencia del Estado encargada de gestionar zonas excluídas en Ucrania. Y aunque aún no hay resultados concretos de la distribución de radiación, seguramente tendremos noticias en los próximos días.

Cabe mencionar que Spot es el robot más avanzado que se ha construido hasta la fecha para cubrir este tipo de misiones a lugares radiactivos, y el riesgo que corre de desintegrarse también es grande.

De cualquier manera, los científicos están dispuestos a correr el riesgo, que podría salvar muchas vidas en algún futuro cercano, sobre todo para asegurar las zonas aledañas al lugar del desastre radiactivo más grande de la historia.